Arena olímpica de handball y volleyball / Oficina de Arquitectos + LSFG Arquitetos Associados

Superficie
24.214 metros cuadrados
Lugar
Río de Janeiro
Autores
Ana Paula Polizzo, Gustavo Martins, Gilson Santos, Geraldo Lopes e José Raimundo Ferreira Gomes.
Colaboradores
Felipe Monnerat, Vitor Garcez, Juliana Sicuro, Igor Pio, Janaina Nagot, Jean Boechat, Cristiano Vieira, Honório Magalhães y Jorge De Miguel Maza.

El diseño arquitectónico desarrollado para el edificio que recibirá al Handball y al Volleyball en los Juegos Olímpicos del 2016 en Río de Janeiro, tuvo como premisa la búsqueda de soluciones adecuadas a las distintas interfaces del sistema complejo, compuesto por los equipamientos para los Juegos y su legado. A diferencia de otros espacios ubicados en el Parque Olímpico, este será desmantelado después de los juegos y adquirirá una nueva forma, transformándose en cuatro escuelas públicas municipales. Por este motivo el equipo buscó desarrollar un edificio que adoptara en su construcción la apreciación de conceptos tales como la flexibilidad, la mutabilidad y la adaptabilidad.

Su núcleo se compone de una bandeja octogonal que recibe el campo de juego y sus gradas. Además una estructura temporal de metal, modulada de forma ortogonal, tiene el fin de adaptarse a las diferentes situaciones de organización espacial, favoreciendo la economización y la reutilización de las partes estructurales en la construcción de cuatro escuelas en la ciudad de Río de Janeiro.

Entre los componentes estructurales, se destaca el uso de una piel compuesta de lamas de madera reciclada que envuelve al edificio. Este sistema filtra la luz y asume gráficamente la silueta del paisaje, adoptando visualmente la fluidez de la región geográfica donde se sitúa.

La arena olímpica tiene la capacidad de albergar a 12.000 espectadores, 11.959 espectadores en el módulo olímpico y 5.204 para los Juegos Paraolímpicos. El área total construida es de 24.214 metros cuadrados.

Es importante tener en cuenta que el proyecto de esta arena no sólo debe entenderse como una simple estructura enfocada en el funcionamiento de los juegos, sino también como un espacio que tiene una rica capacidad de transformación, lo que nos permite decir que su mutabilidad es un importante legado para la ciudad.