Casa BB / BAK Arquitectos
Ubicación Mar Azul, partido de Villa Gesell, provincia de Buenos Aires, Argentina Proyecto y dirección María Victoria Besonías y Luciano Kruk Colaboradores Arq. Diorella Fortunati Superficie del terreno 595.5 metros cuadrados Superficie construida 114.81 metros cuadrados Año de Construcción 2011 Memoria María Victoria Besonías El lugar El terreno de 20 […]
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Ubicación
Mar Azul, partido de Villa Gesell, provincia de Buenos Aires, Argentina
Proyecto y dirección
María Victoria Besonías y Luciano Kruk
Colaboradores
Arq. Diorella Fortunati
Superficie del terreno
595.5 metros cuadrados
Superficie construida
114.81 metros cuadrados
Año de Construcción
2011
Memoria
María Victoria Besonías
El lugar
El terreno de 20 metros por 30 metros ubicado en el bosque de Mar Azul presenta la particularidad de un desnivel muy importante respecto de las dos calles que enfrenta, y si bien esta situación complica la resolución del acceso al predio, ofrece la ventaja de que si la casa se ubica elevada, queda muy poco expuesta a las miradas desde la calle y además desde su interior se pueden obtener vistas al paisaje por encima de las construcciones vecinas. Esa diferencia de nivel es más o menos suave hacia el fondo del lote pero se hace muy abrupta hacia el frente opuesto y es en esta zona donde también se ralea el bosque.
El encargo
El pedido del comitente fue una casa de tres dormitorios que no superara los 120m2, pensada para ser usada no sólo en verano sino en diferentes oportunidades durante todo el año. De manera especial se señaló la necesidad de que el dormitorio principal fuera de dimensiones generosas, que contara con un baño privado y que disfrutara de cierta independencia respecto del resto de la vivienda. Los otros dos dormitorios podían compartir un baño general y tener la superficie mínima de manera de poder otorgar al área social la mayor cantidad del espacio disponible. La cocina (un espacio muy importante para el comitente) debía estar totalmente integrada a esta zona y fue especialmente destacada la necesidad de disponer de generosas expansiones al aire libre. También se requirió un depósito para el guardado de diferentes elementos para hacer deporte en la playa.
Con respecto a los requerimientos formales, si bien pidieron una casa de hormigón es decir de una propuesta estética y constructiva similar a las otras casas construidas por el estudio en Mar Azul, este encargo otorgaba permiso para probar con alguna búsqueda que particularizara la experiencia.
La propuesta
En el permiso del comitente expresado en la frase “pueden arriesgar proponiendo alguna variante a las casas construidas”, y en la particularidad del lote y del programa requerido, radica la singularidad de esta casa.
La búsqueda de variantes formales no fue tarea fácil ya que no implicaba cambiar de tecnología ni tampoco de concepción de la espacialidad (eso quedo más que claro en las primeras conversaciones) sino se trataba de hacer algún tipo de nuevo aporte sin renunciar a esas premisas. La propuesta podría haber sido probar con nuevas texturas del hormigón incluso con el agregado de pigmentos pero todos esos procedimientos parecían contradictorios con una postura austera, no esteticista de la arquitectura. La solución surgió casualmente al advertir que en el proceso de producción de las obras de hormigón a la vista queda un sobrante muy importante de tablas de madera utilizadas para hacer el encofrado. Pareció entonces interesante, y también conducente con propósito de aprovechar todos los recursos disponibles, reutilizar esas tablas en la ejecución de algunos muros de madera. Es así que se partió de pensar el proyecto reemplazando algunos tabiques exteriores e interiores de hormigón por tabiques de tablas y estructura de madera.
En relación con la volumetría la casa se resolvió como dos prismas, a diferente altura y perpendiculares entre sí, unidos por la escalera que salva esa diferencia y ubicados entre los pinos en el sector más alto del lote. En el volumen paralelo a la dirección de la pendiente se ubicaron las actividades de reunión del grupo familiar más los dos pequeños dormitorios con uno de sus lados semienterrado y el otro en una situación de balcón. El volumen perpendicular a la pendiente disfruta de la proximidad del follaje de los pinos que se elevan en el terreno y en él se ubicó el dormitorio principal con su baño y su terraza.
La organización funcional
Por medio de una escalera disimulada en la fuerte pendiente natural del médano se accede al volumen principal a través de una terraza que se desarrolla a lo largo del lado mayor del mismo, de manera que, abriendo la carpintería corrediza se consigue una total integración entre el interior y el exterior. En este sector de la vivienda el paquete formado por el hogar y el baño general separa la zona social de los dos pequeños “dormitorios camarote” y señala el comienzo de la suave escalera descendente que lleva al dormitorio principal en una situación muy reservada. Desde este ambiente se presentan vistas en altura, tamizadas por tabiques de hormigón y el follaje de los pinos, al bosque que rodea la vivienda. También es posible salir al exterior a través de una pequeña terraza que junto con la escalera hacen de vínculo de los dos volúmenes que forman la casa. Debajo del dormitorio principal se ubicó el depósito con acceso desde una de las calles.
Las actividades al exterior fueron planteadas siguiendo el criterio de “esparcirlas en el terreno” para que su impacto sea lo menor posible: así se planteo una parrilla y una mesa y bancos de hormigón en la parte más alta del lote con vistas al entorno y una ducha a la manera de objeto escultórico en la zona más baja del mismo.
La construcción
La casa está construida con tres materiales básicos: hormigón a la vista, vidrio y tirantes y tablas de madera de pino. Los tabiques exteriores realizados con este material fueron protegidos con aceite quemado. Este acabado pareció el más apropiado para facilitar el mantenimiento de la madera de pino y para armonizar con los colores del bosque.
Las losas de los diferentes volúmenes apoyan mediante tabiques y vigas de hormigón visto y están terminadas con una pendiente mínima para que se produzca rápidamente el escurrimiento del agua de lluvia. Se utilizó un hormigón H21 con el agregado de un fluidificante para que esta mezcla con escasa cantidad de agua al fraguar, resulte de mucha compacidad y no requiera de impermeabilización. Los escasos tabiques interiores de ladrillos huecos están terminados en alisado de cemento, el piso es también de paños de alisado de cemento divididos por planchuelas de aluminio. Las aberturas son de aluminio anodizado color bronce oscuro. El sistema de calefacción, dado que no existe gas natural en la zona, se resolvió con un sistema que combina un hogar, estufas a gas envasado y estufas eléctricas.
Mobiliario
Salvo las camas, los sillones y sillas el resto del equipamiento de esta vivienda está resuelto en hormigón.