Festival chatarra
220 cultura contemporánea presenta la quinta edición del Festival Chatarra. El Festival argentino de arte contemporáneo que ya recibió a más de 15 mil visitantes llega al espacio cultural de Plaza de la Música para proponer nuevas experiencias que interpelan al espectador. Con la participación de destacados artistas de la […]
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220 cultura contemporánea presenta la quinta edición del Festival Chatarra. El Festival argentino de arte contemporáneo que ya recibió a más de 15 mil visitantes llega al espacio cultural de Plaza de la Música para proponer nuevas experiencias que interpelan al espectador. Con la participación de destacados artistas de la escena internacional y nacional, en esta nueva entrega “Festival Chatarra” invita al reconocido artista brasileño Andrey Zignnatto y los aclamados artistas argentinos Franco Basualdo, Florencia Salazar, Margarita Nores Marino, Ciro del Barco, Lael SERVICENTRO, Victoria Liguori y Agustina Roca.
Chatarra es un festival argentino de arte contemporáneo, que tiene como eje conceptual el arte como herramienta de transformación social. Realizó 3 ediciones en la ciudad de Córdoba, una en la ciudad de Almafuerte, y participó con intervenciones artísticas en diferentes puntos de Argentina.
En sus seis años recibió a más de 15 mil visitantes y exhibió el trabajo de más de 100 artistas locales, nacionales e internacionales. El Festival Chatarra, dirigido por Mercedes López Moreyra (curadora) y Francisco Melano Cassina (comunicador), alcanzó la Declaración de Interés Cultural, brindada por la Agencia Córdoba Cultura y el Gobierno de Córdoba; y recibió el beneplácito del Concejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba.
Concibiendo el espacio como epicentro para la construcción y deconstrucción de temáticas contemporáneas, el Festival Chatarra reconfigura la dinámica espacial de 220CC, para reflejar las ambivalencias de dos conceptos tan antagónicos como interdependientes: conexión y desconexión. Se percibe el proceso de conexión como un mecanismo que se transforma continuamente, reformulando su concepto y (des)concepto.
La premisa popular “desconectarse para conectarse”, entra en este juego de contradicciones como una herramienta de articulación para generar dispositivos de conexión alternativos, donde la reconfiguración espacial surge como un recurso para desorientar sobre lo conocido y así aproximarse a re-conocer lo inmediato. De esta manera, las instalaciones e intervenciones ponen en jaque el espacio, la circulación y la percepción de sus límites, abordando temáticas que trabajan con el contexto edilicio para cuestionar, tensar y evidenciar el espacio a través de diferentes experiencias estéticas. Cada obra busca interpelar al espectador y plantear nuevas dinámicas interpretativas sobre la relación y percepción de sus vínculos con el espacio, los otros y sus contradicciones contemporáneas. De esta manera nos encontramos con trabajos que invitan a dejar rastros de nuestros pasos, a desconcertarnos a través del cambio de escala, a desconcentrarnos con un juego, a buscar una escena de silencio y sobre todo a fluir por el laberíntico espacio de La Plaza de La Música, cuya historia y carga simbólica (una usina termoeléctrica que dotaba de conexión a la Ciudad de Córdoba) se pone en valor a partir de las experiencias ofrecidas en la quinta edición del Festival Chatarra.
Este trabajo, articula la circulación de 220CC y sus profundidades arquitectónicas para recrear una escena de paisaje nocturno en medio de la naturaleza. Se proyecta un video de manera mappeada sobre un volumen de masa vegetal autóctona seca, extraída en un desmonte.
Las proyecciones y sonidos serán elementos de la naturaleza previamente grabados en monte real: plantas, agua, pequeños animales e insectos. El espacio genera una atmósfera similar en la que se encuentra en el campo durante la noche, donde el sonido del silencio invita a conectarse con uno mismo y su entorno.
Andrey Zignnatto (Brasil) – “Erosiones”
El trabajo Erosiones, propone una nueva manera de ver la ciudad y los objetos creados por el hombre. La obra reflexiona sobre el concepto de “frontera” como punto de conexión y encuentro. Andrey investiga los problemas de las metrópolis actuales, a través de estos módulos de construcción, que re-interpretados, proporcionan lecturas poéticas.
Este trabajo, presentando en importantes ciudades del mundo, pone en valor el ladrillo como elemento representativo del estado de crecimiento de las ciudades en Latinoamérica. Esta obra adquiere nuevas perspectivas en el contexto cordobés, ya que el ladrillo es un elemento representativo en la arquitectura y desarrollo de la ciudad, por lo que se activan interrogantes sobre la forma de construir y reconstruir espacios.
Esta obra fue posible gracias al aporte de la empresa Palmar.
Esta instalación pretende ilustrar el momento posterior a un acontecimiento, y como la interacción involuntaria de la gente genera una historia que se contará por el movimiento de los fragmentos de muro dentro una sala.
Esta acción pone en escena el poder de una forma destructiva, pero a la vez constructiva porque genera reconstrucción que muta en otro paradigma formal, en la disposición de las partes de esta obra en el espacio.
La destrucción genera un nuevo universo formal en la obra, se vuelve un elemento constitutivo, predominado por la idea de la construcción del poder y las formas alternativas de pensar lo simbólico, destruir de manera formal un símbolo como una pared, de cierta forma la despoja de su carga y la convierte en vulnerable dentro del espacio que la contiene.
La sala se convierte en una escena del crimen, que nos hace cómplices y nos induce a dejar rastros de nuestro paso a medida que la investigamos. El artista rompió el muro con un mazo el día de la inauguración del Festival Chatarra.
“La arquitectura del 220 tiene túneles sin sentidos, alcantarillas, que estuvieron comunicadas pero ahora no. Mi idea es señalar esta observación, resaltar la idea de túnel sin sentido, construyendo un túnel adentro de otro túnel (la sala)“. Florencia Salazar.
Este trabajo busca jugar con la percepción del espectador, cambiando el punto de fuga de la perspectiva e invitando a recorrerlo con la mirada.
El túnel sobre la sala, se construye con módulos que copian su forma original con listones de madera pintados de negro.El color negro de la sala y de la réplica de madera, hace que el observador tenga que ingresar para percibir la obra, por lo que implica un recorrido y tiempo en su experiencia.
Margarita Nores y Ciro del Barco – “Nocturno”
Este trabajo, articula la circulación de 220CC y sus profundidades arquitectónicas para recrear una escena de paisaje nocturno en medio de la naturaleza.
Se proyecta un video de manera mappeada sobre un volumen de masa vegetal autóctona seca, extraída en un desmonte.
Las proyecciones y sonidos serán elementos de la naturaleza previamente grabados en monte real: plantas, agua, pequeños animales e insectos.
El espacio genera una atmósfera similar en la que se encuentra en el campo durante la noche, donde el sonido del silencio invita a conectarse con uno mismo y su entorno.
Victoria Liguori – “Homogeneous“
El trabajo de Victoria, busca proponer un encuentro íntimo e incómodo mediante un objeto en el que pueden ingresar dos cabezas.
Esta pieza indaga sobre la relación sujeto/objeto, mediante la presentación del cuerpo a través del cruce de dibujos y objetos.
Se encuentran también en la sala, elementos que vienen del área del diseño para ironizar acerca del hombre y el esquema político, cultural y social construido sobre éste. Esta pieza se exhibe como producto de una marca ficcional “ON/ OFF”, de funcionalidad y sentido dudoso, que trazan sobre el cuerpo nuevos contornos y formas de interacción en un diseño que incluye al individuo como parte de la mercancía.
Agustina Roca – “Estado“
Agustina presenta una instalación en movimiento que nos remite a la fragilidad de las cosas, mediante una sala compuesta de dos cuerpos traslúcidos en un fondo iridiscente. ¿Qué relación hay entre lo personal y la atmósfera social? ¿Serán la sensibilidad y la ligereza las maneras a adoptar frente a la pesadez del mundo?
El concepto de estado abarca muy diversas acepciones, tales como “Situación en que se encuentra alguien o algo, y en especial cada uno de sus sucesivos modos de ser o estar”, “Clase o condición a la cual está sujeta la vida de cada uno” o “País soberano, reconocido como tal en el orden internacional, asentado en un territorio determinado y dotado de órganos de gobierno propios” (todas extraídas del diccionario de la RAE).