El huevo y el reflejo / Diseñador Alfred Fellinger
El cuadro del huevo, que es lo primero que uno ve al entrar a esta cocina, aparece visualmente como un corte en el recorrido de la isla, tanto por el color como por el reflejo. La cocina es toda negra, y con un buche de acero. Este ambiente posee doble […]
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El cuadro del huevo, que es lo primero que uno ve al entrar a esta cocina, aparece visualmente como un corte en el recorrido de la isla, tanto por el color como por el reflejo. La cocina es toda negra, y con un buche de acero.
Este ambiente posee doble altura, razón por la cual se diseñó una escalera que se engancha en un riel corredizo para alcanzar las despensas elevadas.
Un detalle lúdico: en aquellas partes con doble altura, los artefactos de luz están pegados al cielorraso y donde la altura es simple, están sostenidos por unos tensores, de modo que la altura queda equiparada.