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Academia de Música de Camerino

La Fundación Andrea Bocelli inaugura la nueva Academia de Música de Camerino. El proyecto ha sido diseñado por Alvisi Kirimoto, en colaboración con el joven estudio Harcome y el ingeniero Paolo Bianch.

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Proyecto: Academia de Música de Camerino

Lugar: Camerino, Italia

Cliente: Fundación Andrea Bocelli

Arquitectura: Alvisi Kirimoto con Harcome

Equipo del proyecto:

Alvisi Kirimoto: Massimo Alvisi, Junko Kirimoto, Silvia Rinalduzzi

Harcome: Andra Gianfelici

Gerente y Coordinador de Construcción: Ingeniero Paolo Bianchi

Año: octubre de 2020

Área: 600 metros cuadrados de Academia de Música – 4.650 metros cuadrados de áreas externas

Contratista general: PSC Group

Contratista ejecutivo: Subissati S.r.l.

Instalaciones mecánicas e hidráulicas: Bioedil Vuesse

Sistemas eléctricos: Elettrosystem

Consultores:

Instalaciones y diseño de seguridad contra incendios: Serpilli Engineering

Diseño estructural: Ingeniero Paolo Bianchi

Diseño acústico: Tan Acoustics – Marco Facondini

Audio Video: Flixarte – Andrea Vaccarini

Seguridad en el lugar de construcción: Ingeniero Martina Barigelli

Gestión del lugar de construcción: Topógrafo Giovanni Perciante

Proveedores:

Carpinteros: Chelini

Muebles: Ommag

Asientos: Luxy

Iluminación: Targetti, Novalux, Vibia

Pisos y revestimientos de gres porcelánico: Marazzi

Difusor acústico: Vesta Design

Ascensor: Savelli Ascensori

Cortinas: Bandalux

Alvisi Kirimoto (http://www.alvisikirimoto.it/) entrega la nueva Academia de Música a Camerino, completando el proyecto iniciado por el joven estudio Harcome, y dándole a la estructura un aspecto contemporáneo significativo. Realizada en cumplimiento de los plazos previstos de solo 150 días laborables, la reconstrucción se clasifica como la tercera intervención posterior al terremoto de 2016 en el centro de Italia, promovida por la Fundación Andrea Bocelli para revitalizar la zona, una de las más afectadas por los eventos sísmicos.

El proyecto no solo devuelve la Academia de Música local a Camerino, destinada a acoger a más de 160 estudiantes y a las numerosas iniciativas culturales de la comunidad, sino que también da a la ciudad universitaria una nueva identidad arquitectónica:

“La belleza de este proyecto es que es el resultado de un proceso creativo coral, en el que colaboramos con la Fundación Andrea Bocelli, el joven arquitecto Andrea Gianfelici (Harcome), el ingeniero Paolo Bianchi y la comunidad local, para crear un proyecto único. La idea que guió el diseño fue crear un volumen que sorprendiera, no solo de cerca, sino también desde lejos. La piel, impalpable, se inspira en el material de las nubes y da una amplia vista hacia el cielo desde el interior. El auditorio, por otro lado, es una caja perfecta que funciona energéticamente como un laboratorio musical”, dice el arquitecto Massimo Alvisi.

Con líneas limpias y elegantes, el edificio, que se extiende sobre dos niveles con un total de 600 metros cuadrados, se destaca por su piel etérea en paneles de chapa blanca con perforaciones de tamaño variable. Inspirado en la rarefacción y el dinamismo de las nubes, el volumen inclinado, acostado sobre la pendiente del terreno y sobre una cortina de vidrio marcada por pilares grises, se disuelve en el contexto.

La fachada norte, visible desde la calle y desde el jardín superior, presenta el volumen como una caja, con los paneles suspendidos a pocos centímetros del suelo. Las dos elevaciones laterales, por otro lado, muestran la inclinación y la pendiente del terreno. Hacia el sur, la piel que envuelve el volumen se interrumpe, revelando la planta baja acristalada detrás de la cual se oculta el auditorio, con vistas al centro histórico de Camerino. El dicromatismo de la fachada, ofrecido por el gris oscuro de la estructura externa, los accesorios y el blanco del revestimiento de chapa, delinea un volumen grácil pero resuelto, perfectamente integrado en el contexto y al mismo tiempo icónico en el horizonte de la ciudad. Un jardín sombreado y la plaza inferior constituyen nuevos espacios abiertos disponibles para toda la comunidad.

En su interior, el edificio alberga un auditorio de 226 metros cuadrados en su sótano, mientras que en la planta superior hay una oficina y nueve aulas, dos de las cuales son más grandes que 30 metros cuadrados, una destinada a la música para niños de 0 a 6 años con un tamaño de 22 metros cuadrados, y las demás aulas tienen alrededor de 14 metros cuadrados.

El diseño interior del auditorio, dirigido a mejorar el espacio a pesar de su tamaño modesto, se caracteriza por el uso dinámico de materiales. Por un lado, la madera de roble de las múltiples superficies y elementos que conforman la sala, como los paneles suspendidos con diferentes inclinaciones, las tiras circulares, los paneles que emergen de la pared lateral y el fondo completamente cubierto de madera, y el escenario central con sus paneles giratorios. Por otro lado, el hormigón, que define las superficies principales que forjan la estructura, desde el suelo de gres porcelánico, hasta la pared trasera hacia el vestíbulo y desde el piso superior expuesto hasta los elementos estructurales. Los asientos de las 180 butacas se distribuyen en tres sectores, mientras que en la zona lateral se inserta el camino de los artistas entre los paneles de pared de madera y las tiras de altura completa, que como los tubos de un órgano, aportan ritmo al espacio, alternando entre llenos y vacíos. La pared trasera, completamente transparente, conecta el auditorio directamente con el vestíbulo, ampliando la percepción del espacio.

En el vestíbulo, las láminas de madera rectangulares destacan desde la pared trasera hasta el falso techo, que se inclina hacia la fachada de entrada, siguiendo la tensión definida por la posición del volumen creado por la piel exterior blanca.

Para conectar el edificio verticalmente, además del ascensor, una escalera de resina naranja aporta gran vivacidad y energía al ambiente. Una nota de color vigoroso que también se expande en la planta superior, desde el suelo del espacio conectivo, hasta las puertas de acceso a las aulas y hasta una de las paredes interiores. En las aulas, además de los muebles y instrumentos musicales necesarios, los espejos y paneles de madera invitan a los estudiantes a personalizarlos con partituras o composiciones musicales. Las dos aulas más grandes en la parte posterior albergan estudios de grabación y lecciones-conciertos de música electrónica. En contraste con sus homólogas, son de color gris oscuro y tienen paneles de madera microperforados especiales en las paredes que optimizan su rendimiento acústico. En todas las habitaciones de la planta superior, las ventanas circulares posicionadas a dos alturas diferentes reciben la luz que se filtra a través de las múltiples perforaciones de los paneles.

Abierto todo el año y listo para acoger conferencias, eventos, actividades de estudio y talleres al servicio de la comunidad, la nueva arquitectura de Alvisi Kirimoto se presenta como una forja educativa e innovadora dedicada a la música, capaz de dar a Camerino un papel de referencia en el panorama cultural de la región de Marche y más allá.

Para obtener más información, póngase en contacto con la Oficina de Prensa de Alvisi Kirimoto mint LIST (Giulia Milza, Maria Azzurra Rossi): press@mintlist.info

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