Casa de la Cascada / Andrés Remy
Proyecto Andrés Remy Arquitectos Construcción Andrés Remy , Hernán Pardillos Equipo de Diseño Andrés Remy, Hernán Pardillos, Lilian Kandus, Diego Siddi, Gisela Colombo Dirección de Obra Hernán Pardillos, Andrés Remy Paisajismo Leandro La Bella, María Celeste Iglesias Iluminación Mauricio Meta Cálculo Estructural Carlos Dolhare Superficie 600m² Ubicación Pilar, Prov. de […]
Compartir
Proyecto
Andrés Remy Arquitectos
Construcción
Andrés Remy , Hernán Pardillos
Equipo de Diseño
Andrés Remy, Hernán Pardillos, Lilian Kandus, Diego Siddi, Gisela Colombo
Dirección de Obra
Hernán Pardillos, Andrés Remy
Paisajismo
Leandro La Bella, María Celeste Iglesias
Iluminación
Mauricio Meta
Cálculo Estructural
Carlos Dolhare
Superficie
600m²
Ubicación
Pilar, Prov. de Buenos Aires
Año
2010
La Casa de la Cascada se concibió a partir del encargo de un joven empresario, para ser llevada a cabo en un terreno situado en un barrio cerrado. Tanto las particularidades y los requisitos del cliente como las del terreno permitieron abordar de una manera específica este proyecto. Los límites del pequeño terreno al que hacemos referencia, parecieran fugarse hacia el ineludible foco visual: la laguna. Las casas aledañas, el recorrido del sol y las visuales también nos sirven para comprender mejor el sitio.
En el contrafrente del terreno, a nivel del suelo, la laguna se percibe con timidez; por lo que se consideró preciso elevarse para lograr contemplarla mejor. A raíz de ello, se resolvió ubicar el área social de esta vivienda en la planta alta, contemplando así las vistas panorámicas durante la mayor parte del día.
Es allí donde aparece el agua, inesperada a esa altura; envolviendo a la arquitectura y pintándola con sus reflejos, mientras la recorre dándole vida y movimiento. Aparece y desaparece, frente a los ojos del usuario; tranquiliza con su sonido y deslumbra con sus reflejos, en un recorrido que estimula los sentidos. El espejo de agua es el que expande los límites de esta vivienda y la hace parecer infinita, desdibujando la brecha entre lo natural y lo artificial, entre el adentro y el afuera.
El agua elevada cae, a modo de cascada, sobre la pileta ubicada en planta baja, refrescando los ambientes, dotándolos de privacidad y tamizando la luz del noroeste para que resulte menos dañina. El efecto cascada es posible mediante un sistema de bombas que recirculan el agua. De ahí el nombre con el que se bautizó a la casa.
En lo referido a la funcionalidad de esta vivienda, planteamos espacios flexibles, para que se pudieran adaptar, tanto a la vida socialmente activa de nuestro cliente como a las necesidades de futuras familias, procurando no restringir otros usos posibles. La flexibilidad planteada permite aislar el sector privado desarrollado en planta baja, del sector público que resulta de la fusión de la planta alta y de una parte de la planta baja para grandes eventos; o bien, independizar un nivel del otro obteniendo un área de recreación para chicos y otra para adultos.
A modo de conexión entre la calle y el interior de la vivienda, se ubica un espacio multiuso, resuelto con materiales de alta resistencia que permiten su uso como garage, playroom o salón de fiestas.
La circulación vertical en triple altura baña al espacio de luz cenital y vincula ambos niveles.
El juego volumétrico exterior e interior, se desmaterializa hacia el contrafrente, resolviendo así la apertura visual de los ambientes principales hacia la laguna, y un frente mas ciego que contiene el área de servicios y dota de privacidad a la vivienda.
El equilibrio dado entre los llenos y vacíos, procura evitar los efectos adversos que generan los grandes aventanamientos, en lo referido a la aislación térmica.