Diez Ventanas Una Casa / Alonso&Crippa Estudio de Arquitectura
Nombre del proyecto: Diez Ventanas Una Casa Arquitecto: Alonso&Crippa Estudio de Arquitectura Sitio web de la oficina: www.alonsocrippa.com.ar Año de finalización: 2017 Área Construida: 110 m2 Ubicación del proyecto: Palermo, Ciudad Autonoma de Buenos Aires, Argentina. Fotógrafo: Javier Agustín Rojas Arquitectos principales: Mariano Alonso, Ludmila Crippa., Equipo: Pablo Galicer, Agustín […]
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Nombre del proyecto: Diez Ventanas Una Casa
Arquitecto: Alonso&Crippa Estudio de Arquitectura
Sitio web de la oficina: www.alonsocrippa.com.ar
Año de finalización: 2017
Área Construida: 110 m2
Ubicación del proyecto: Palermo, Ciudad Autonoma de Buenos Aires, Argentina.
Fotógrafo: Javier Agustín Rojas
Arquitectos principales: Mariano Alonso, Ludmila Crippa.,
Equipo: Pablo Galicer, Agustín Azar, Joaquín Berdes, Naomi Garay, Génesis Pestana, Alice Volpi, Giulia Brena
El proyecto se localiza en el Barrio de Palermo Viejo en Buenos Aires. Este sector de la ciudad ha sufrido en las últimas décadas un proceso de gentrificación e intensa transformación en sus usos, cambiando su histórico carácter residencial para convertirse en un polo de uso comercial y cultural, manteniendo relativamente su escala de baja densidad.
Este cambio, ligado a una ocupación especifica en torno al diseño, el arte y la gastronomía alteró las formas de ocupación del espacio público, convirtiendo al barrio en un atractor turístico, centro cosmopolita de la ciudad.
La actividad comercial intensificó la ocupación del perímetro de la manzana volcando los usos terciarios hacia la calle, excluyendo el uso residencial hacia el interior de la manzana o por encima de las plantas bajas.
En este contexto el encargo para rehabilitar una vivienda en PH se presenta como la oportunidad de explorar el habitar, alejado de las relaciones con la calle y en contacto con otro paisaje, dominado por el cielo, algunos árboles añejos y los signos de ocupación del centro de manzana porteño: construcciones muy profundas, cubiertas no transitables, terrazas de servicio y algunos jardines domésticos.La propiedad había acumulado múltiples transformaciones a lo largo del tiempo, dejando pocas huellas de la construcción original.
Por encima de la planta baja se habían agregado nuevas habitaciones, el patio original estaba cubierto, dejando condiciones de luz y ventilación deficientes, una organización intrincada y la circulación vertical desarticulada.
En ese contexto, nuestro trabajo no se trató de ampliar la superficie sino de despejar y redefinir las conexiones entre los espacios existentes a través de la incorporación de una nueva escalera que funciona como un dispositivo para captar luz y enmarcar el paisaje.
La casa se organiza en tres niveles, incorporando y distribuyendo espacios exteriores de distintas escalas. En planta baja el patio de acceso funciona como expansión del estar, en el primer piso se dispone una terraza intima en relación al dormitorio, mientras una terraza de mayor extensión en el segundo piso funciona como un estar al aire libre con el paisaje urbano de fondo.
Se trabajó con una paleta muy reducida de materiales priorizando la continuidad de los paramentos blancos para multiplicar el efecto de reflexión de la luz natural. La envolvente se comporta como una superficie que se pliega aumentando el perímetro del volumen interior y concentrando los vanos en las aristas evidenciando sus articulaciones.
El trabajo sobre la envolvente nos permitió repensar la dialéctica entre fachada y vista, entendiendo a la fachada desde su interpretación clásica como la dimensión simbólica del límite hacia / desde el exterior que impone sus lógicas de composición geométrica (proporción, simetrías, ritmos, etc) por sobre las organización espacial interior.
Por otro lado el uso de la palabra vista en nuestro medio (alzado o elevación en otras latitudes) que tiene una reversibilidad en su interpretación sin jerarquías entre el exterior y el interior, poniendo el énfasis en la percepción a través de la mirada.
Desarrollando en el proyecto este ejercicio dialectico con el uso de la perspectiva (mirar a través) se definen sus lógicas sin jerarquías a priori entre ambas situaciones (interior – exterior). Asumiendo esta tensión, el proyecto resuelve sus cualidades geométricas y materiales: su medida, proporciones de las partes, acabados superficiales, etc.
El desarrollo de la envolvente organiza una serie de vanos (10) que resuelven en cada caso específico problemas de iluminación, ventilación y conexión física o visual entre interior-exterior. A pesar de la reducida superficie, la disposición de los vanos permite tener perspectivas profundas y recuperar una percepción enmarcada del exterior desde todos los espacios.
El nuevo volumen de la escalera se apoya sobre una medianera vecina de gran altura, reduciendo su impacto sobre el patio y definiendo la nueva envolvente de la casa. Los vanos se disponen estratégicamente para enmarcar vistas en relación al recorrido ascendente, y captan luz de diferentes orientaciones evidenciando el transcurrir del tiempo.
En la planta baja se recuperó el patio original, que funciona como acceso a la vivienda y vínculo de sus ambientes adyacentes con el exterior. Se adintelaron los muros de carga existentes maximizando la superficie transparente, mejorando las condiciones lumínicas en este nivel y la conexión con el patio.
Un pequeño hueco cenital que atraviesa verticalmente el volumen de la casa, capta la luz dura del mediodía, deslizándose suavemente por los muros que lo confinan, llevando su reverberancia a los puntos más profundos de la planta, al tiempo que conecta espacialmente todos los niveles de la casa.
En el vano que conecta el dormitorio con la terraza en el primer piso se coloca un dispositivo móvil que funciona como filtro lumínico y visual dando protección al uso más íntimo de la casa.
En la terraza del nivel superior una estructura que cubre la mitad de su superficie sobre la que se tensa una tela vinílica perforada, produce un tendido de sombra que mejora las cualidades atmosféricas del lugar, reduciendo la ganancia térmica en la temporada estival. Esta superficie semicubierta cambia la escala y define una perspectiva hacia el paisaje, enmarcando el horizonte.