Edificio Vinotinto / Arquitecto Lucas Oberlaender

Ubicación Bogotá D.C – Colombia Área 2,778m2 Diseño Lucas Oberlaender Construcción Jon Oberlaender, Mitu Oberlaender y Lucas Oberlaender (Terrara S.A.S)[rlslider id=21492] Este edificio de 27 apartamentos, está ubicado en un predio con pendientes superiores al 23% y nueve metros de diferencia entre el punto más bajo y el más alto […]

Ubicación
Bogotá D.C – Colombia
Área
2,778m2
Diseño
Lucas Oberlaender
Construcción
Jon Oberlaender, Mitu Oberlaender y Lucas Oberlaender (Terrara S.A.S)[rlslider id=21492]

Este edificio de 27 apartamentos, está ubicado en un predio con pendientes superiores al 23% y nueve metros de diferencia entre el punto más bajo y el más alto del terreno. La forma del lote es además tremendamente irregular.

Estas características, que suponen un gran reto de diseño y estructural, son sin embargo circunstanciales y deben dejar espacio para reflexiones que van más allá de los límites
del predio. En este caso son de particular interés temas de relación interior/exterior, valoración del material y del clima, todos ellos condensados en el diseño de las fachadas;
así como asuntos relacionados con la escala, las jerarquías y las sucesiones espaciales.

Fachada
El tolete común recocido es el ladrillo macizo que desde hace ya varias décadas se utiliza únicamente para la construcción de cajas de inspección. Es un ladrillo muy económico y con muchas imperfecciones en su forma, tamaño y color. Es además un ladrillo con mejor inercia térmica que el tolete estructural hueco recomendado en los códigos de construcción colombianos. La utilización de tolete común para las fachadas suponía un sistema constructivo en el cual los cortes del ladrillo, y por lo tanto los enchapes con el mismo, fueran reducidos al mínimo. El resultado pareciera ser un edificio basado en criterios de “honestidad constructiva” y sin embargo el punto de partida es simplemente la valoración de este producto artesanal.

Las ventanas, unas remetidas y sobrepuestas permiten dos vivencias diferentes del límite entre el interior y el exterior aconsejables para el clima de Bogotá, una ciudad tropical a 2600 metros sobre el nivel del mar. La ventana sobrepuesta de 2 metros de ancho por 3 metros de alto, sumada a la profundidad de la fachada, permite crear un “balcón – interior” que hace parte del las zonas sociales en el día a día y que sin embargo se abre de lado a lado en un día soleado. Las ventanas remetidas por el contrario, están a la sombra y son angostas siendo así propicias para los espacios de mayor intimidad. Por fuera de esta ventana queda un espacio libre para sembrar plantas.

Escalas
En la vivencia del edificio se pasa por espacios con distintas alturas que ayudan a dar jerarquía a cada lugar y a definir un punto de inicio y un punto final a un recorrido cotidiano. Se accede al edificio por un espacio en penumbra y de apenas 2.1 metros de altura; le siguen los corredores junto al patio central y los espacios de servicio de los apartamentos de 2.4 metros de altura (solución que permite además colgar las instalaciones hidrosanitarias sin necesidad de interrumpir la estructura); a continuación están las zonas sociales de 2.6 metros de altura y finalmente en una franja de 1.5 metros de ancho sobre la fachada, se encuentran las ventanas de 3 metros de altura y constituyen el remate de este recorrido.