Mororó House / Studio MK27

Ubicación
Campos de jordão. São Paulo, Brazil
Fecha de finalización
Enero 2015
Área construida
730 metros cuadrados
Co-arquitecta
María Cristina Motta
Diseñadora de interiores
Diana Radomysler
Equipo
Carlos Costa, Carolina Castroviejo, Elisa Friedmann, Laura Guedes, Mariana Simas, Mauro Augusto, Oswaldo Pessano, Pedro Ribeiro, Rafael Costa
Paisajista
Consuelo Grossi Pereira
Ingeniero estructural
Leão engenharia, João Rubens Leão
Consultor de confort térmico
Leonardo Monteiro
Consultor Acústico
Harmonia Acústica
Contratista
Alle Engenharia
Maestro mayor de obra
Antonio Ribeiro Dos Reis

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La casa Mororó se encuentra en una región montañosa, situada a 180 kilómetros de la ciudad de São Paulo y conocida por sus bajas temperaturas. La arquitectura buscó crear espacios interiores generosos para los días fríos, tales como, por ejemplo, una acogedora sala de estar y una piscina bajo techo, desde donde se puede apreciar la vista a través del vidrio.

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Externamente, el mismo volumen continuo crea una dualidad entre un bloque opaco -donde se encuentra la sala de estar, los dormitorios y el área de servicio- y un bloque transparente, con la piscina climatizada y el sauna. La volumetría de la casa fue lograda mediante la extrusión de sesenta y cinco metros de la casa icónica con techo a dos aguas. Por otra parte, una cubierta exterior de madera conecta los espacios y crea un solarium para ser utilizado durante los meses de verano.

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En la parte opaca del volumen, de 50 metros de largo, las aberturas se reducen al mínimo y se utilizan como puertas corredizas para intensificar la integración entre el interior y el exterior. Esta relación entre vacío y lleno en la fachada permite un excelente rendimiento térmico, con un alto grado de conservación de la energía eléctrica. El tramo transparente es de 14 metros de largo y la ventilación interna fue especialmente diseñada para evitar la condensación en el cristal de la piscina climatizada que pudiera perjudicar la relación con la vista.

La casa no está situada en la parte superior de un terreno tosco, como deseaban inicialmente los clientes, pero si en su parte más baja, en medio de un hermoso bosque de pinos. Esta solución permite que el edificio se encuentre en plena naturaleza, creando una íntima relación con el sitio.

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La premisa inicial del proyecto era lograr una construcción rápida y barata. Por lo tanto, se encontraron soluciones industriales tales como estructuras metálicas y paredes steelframe. El sitio, a pesar de la alta precipitación, se mantiene siempre limpio. A diferencia de la cultura constructiva de Brasil, algunos elementos fueron hechos totalmente en el lugar, y otros montados o ensamblados allí. El tiempo de construcción fue menos del usual, incluso con un difícil acceso al sitio.

La elección de los materiales para los interiores, tales como la madera, hicieron de la casa un lugar acogedor, al igual que las casas tradicionales en las montañas. Siguiendo los deseos de los futuros residentes, la cocina pudo integrarse a los espacios a través de puertas corredizas de madera que se abren por completo. Por lo tanto, no sólo fue posible diseñar espacios amplios y continuos en el interior, sino también tener espacios centrales para la vida cotidiana que organizan la casa.