Parroquia en Pueblo Serena, Monterrey / Moneo Brock
Ubicación Monterrey, México Superficie 1600 metros cuadrados Fecha de encargo Septiembre 2013 Comienzo de la obra Enero 2014 Finalización de la obra 2016 Arquitecto Jeffrey Brock Equipo de arquitectura Irene Alberdi, Andrés Barrón, Fabrice Leray, Jaime Salvador, Sara Pericacho, Irene Hernández, Juan Galloso Maqueta 3D Fabrice Ieray, Andrés Barrón Paisajismo […]
Compartir
Ubicación
Monterrey, México
Superficie
1600 metros cuadrados
Fecha de encargo
Septiembre 2013
Comienzo de la obra
Enero 2014
Finalización de la obra
2016
Arquitecto
Jeffrey Brock
Equipo de arquitectura
Irene Alberdi, Andrés Barrón, Fabrice Leray, Jaime Salvador, Sara Pericacho, Irene Hernández, Juan Galloso
Maqueta 3D
Fabrice Ieray, Andrés Barrón
Paisajismo
Harari Landscape Architecture
Gestión de proyecto
Axioma
Ingeniería de estructuras
RGT Ingeniería (Gerardo Hernández)
Ingeniería de instalaciones
Grupo Termino Control (Victoriano Montemayor)
Consultor de acústica
Arau Acustic (Higini Arau)
Constructora
Inmobiliaria Cañón del Huajuco Sa de CV
Dirección de obra
Pueblo Serena
La iglesia de El Señor de la Misericordia está ubicada en el centro del conjunto urbanístico Pueblo Serena, en Monterrey, un nuevo centro comercial y social, rodeado de un imponente paisaje montañoso. El factor más significativo en el emplazamiento y orientación de la iglesia es su relación con una gran plaza. Tanto la iglesia como la plaza son importantes espacios públicos que dialogan entre sí, donde los ritos y festividades religiosas pueden encontrar acogida cuando se desbordan los confines del recinto.
Con este proyecto de arquitectura contemporánea se entabla un diálogo en el que los espacios de la iglesia no solo posibilitan una serie de actividades, ritos y celebraciones, sino que también se integran en un lenguaje arquitectónico con una larga historia, que habla de continuidad pero también de renovación. Esta iglesia es un lugar de meditación, pero también un centro social y un centro educativo.
La fachada presenta un gran plano rectangular, declarando con énfasis su frontalidad hacia la plaza. El silencio de este espacio deriva de una materialidad sencilla y austera; anuncia un espacio de tranquilidad y recogimiento en el interior. Una gran marquesina protege y anuncia una ancha entrada de 11 metros, y sus múltiples puertas son abatibles y transparentes, admitiendo la total conexión visual del interior de la iglesia con el espacio exterior de la plaza. Una serie de celosías corredera de acero permiten modular la privacidad o apertura entre los dos espacios.
Al ser un edificio exento y estar en el núcleo del conjunto urbano su volumetría exterior de diseño moderno ofrece solidez y aplomo. Sus formas rotundas nos recuerdan a las de las primeras misiones americanas hechas de adobe y madera. El gran campanario de 43 metros de altura permite que la iglesia pueda ser divisada desde una gran distancia, sirviendo de referencia a los conductores de la Carretera Nacional, donde está ubicada.
Aunque la iglesia tiene un marcado carácter moderno, la organización de la iglesia en planta deriva de iglesias tradicionales, y el diseño presenta características arquitectónicas reconocibles, extraídas de prototipos de templos cristianos; como el campanario, los vitrales, el altar frontal, el baptisterio, el coro, las tres capillas y el patio interior. La propuesta de arquitectura, interiorismo y diseño es, a un tiempo, reconocible y novedosa.
La planta del templo cuenta con una nave central de 5 metros de ancho, por 18 metros de largo, por 15 metros de alto, cuyo eje norte-sur desemboca en el altar. La luz natural es el centro de este proyecto: cada una de las tres pequeñas capillas orientadas al este, tiene una fuente de luz cenital natural mediante un gran tiro vertical coronado por un romboide en la cubierta. Cada rombo tiene una orientación particular, por lo que el color de la luz de estas capillas que iluminan la nave central va cambiando a lo largo del día. La primera capilla es la del Santísimo, donde se encuentra el Sagrario, la segunda es la del Señor de la Misericordia y la
tercera es la capilla de Juan Pablo Segundo.
Por encima del altar, hacia el norte, hay un gran lucernario cuya luz dibuja una cruz latina en el vacío que preside la totalidad del espacio; mientras que en el oeste de la nave contamos con el baptisterio y el coro en un piso superior. El baptisterio se abre a una larga ventana horizontal protegida con una ligera marquesina que difumina la luz, nos ofrece la vista de una gran lámina de agua que rebosa en cascada hacia un patio interior. Una robusta pared de celosías de piedra protege el interior de la iglesia del ajetreado exterior. Finalmente, los haces de luz coloreada de una gran ventana-lucernario de vitrales completa la entrada de luz natural en la esquina suroeste.
Como en cualquier iglesia, la acústica era de suma importancia. Se hizo un estudio de los espacios y se dispusieron materiales óptimos como la madera modulada mediante listones en los puntos más necesarios: en la pared detrás y enfrente del altar, sobre la entrada y en la totalidad de las paredes del coro. La colocación en degradado de las pequeñas piezas de madera que se extiende también a las capillas, no es, por tanto, únicamente estética.
La consideración de métodos sostenibles en este proyecto era imprescindible. Por ello se ha diseñado un sistema de ventilación que permite la corriente de aire natural mediante aperturas de entrada y salida en puntos estratégicos. Así, la iglesia queda aclimatada sin necesidad del aire acondicionado durante parte del año, aunque no se descarta su uso puntual cuando las altas temperaturas lo requieran. Además de utilizar diversos materiales para que el interior esté debidamente aislado, el gran espacio que se forma entre el falso techo de la nave y el forjado de la cubierta actúa de cámara de aire y plenum para mantener la ventilación y la temperatura adecuadas.
La propuesta de interiorismo está integrada en la arquitectura y todo el mobiliario es diseño de Moneo Brock, desde los bancos de madera, hasta el altar, el coro y las múltiples celosías, las correderas de la entrada, las puertas del Sagrario, la puerta de entrada a la zona de los osarios y la celosía que separa el baptisterio de la nave principal. También se han diseñado piezas de carácter artístico, como los vitrales del gran rosetón (una reinterpretación actual de este elemento gótico, que en esta ocasión está orientado al oeste para gozar de una mayor luminosidad), el vitral de los osarios y el sagrario en tonos dorados con formas geométricas triangulares. Asimismo, se encargaron para esta iglesia varias obras de arte: el Cristo del altar, de madera tallada, obra de Francisco Leiro; el mural de Juan Pablo II en la capilla tercera, pintado por Pedro Cuni; y el cuadro del Cristo de La Misericordia de Carmen Pinart, presidiendo la capilla segunda. Estas obras completan el espacio con arte contemporáneo, respetando el contenido tradicional.
Gracias a la apertura de dos grandes patios que permiten la entrada de luz natural en la planta sótano, se introdujeron aquí espacios con diferentes usos. Asociados al patio norte, se ubican los despachos administrativos de la parroquia. Por otro lado, el patio oeste ilumina unas salas educativas y multi-usos hacia el este y hacia el oeste el espacio de los osarios que incluye una pequeña capilla en su interior, donde se produce un ambiente más íntimo debido a una cascada. Uno de los retos de la planta sótano era resolver el acceso y conexión de la iglesia a la galería comercial. Para generar un espacio de transición entre ambos se diseñó un vestíbulo de adaptación con un gran lucernario prismático que dialoga y se refleja en un plano de agua. Acorde con la temperatura elevada de este lugar y el ambiente de tranquilidad y oración, se eligieron materiales elegantes y de tonos cálidos, como el suelo de mármol o la madera. Los colores del rosetón y las obras de arte avivan el espacio.
El paisajismo de Harari Landscape suaviza la arquitectura e integra, mediante el uso de grandes árboles (encinos) y espectacular control y elección de la vegetación, los distintos edificios que componen el conjunto.