Roma, convivencia entre lo histórico y lo moderno

Una conjunción de  construcciones antiguas y heredadas se mezclan con las marcas de primera línea que ganan terreno entre las calles. Roma se conforma no sólo como una capital europea y como un destino turístico, sino también como un legado de nuestra historia. Roma es la ciudad con la mayor […]

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Una conjunción de  construcciones antiguas y heredadas se mezclan con las marcas de primera línea que ganan terreno entre las calles. Roma se conforma no sólo como una capital europea y como un destino turístico, sino también como un legado de nuestra historia.
Roma es la ciudad con la mayor concentración de bienes arquitectónicos e históricos diseminados por su territorio. Caminar por ella puede simularse a caminar por un museo, en donde cada piedra, cada fachada, cada fuente, tiene su propia historia.

El Coliseo es probablemente de las construcciones que más llaman la atención. Casi como un recordatorio de la era antigua, este anfiteatro con capacidad para 12.000 personas, hoy en día se mantiene en pie y conserva las curiosidades de la época en sus cimientos. De la era gloriosa, mantiene su estructura original, al igual que un museo dedicado al Dios Eros en la parte superior. Con cuatro pisos de altura y más de 20 siglos de existencia, es normal que este se esté arreglando y reconstruyendo cada vez.

Otro de los atractivos indiscutidos en Roma es la Fontana Di Trevi que data del 1700, cuando se terminó la tan ansiada obra. Con más de 40 metros de frente y millones de turistas que la visitan anualmente, el Estado se hace acreedor de miles de euros diarios que recuperan de las monedas que la gente lanza al agua pidiendo un deseo. Esta oda a la arquitectura barroca adquiere su nombre a partir de su ubicación, ya que la misma se encuentra en la unión de tres calles (tre víe) y sorprende a los transeúntes con sus esculturas, como la de Neptuno que se ve por delante domando a dos tritones.

Por último, es imperativo mencionar al Panteón de Agripa. Considerado uno de los edificios mejor conservados en la actualidad, mantiene su arquitectura antigua que no desentona con sus alrededores. La misma mantiene las características de los templos de aquel entonces: un pórtico de entrada, una amplia sala y por supuesto una cúpula en la parte superior. Su influencia no sólo fue importante en aquel entonces, sino también en las construcciones occidentales posteriores, por las que varios renombrados artistas y arquitectos volvieron los ojos a él.

Todo esto hace de Roma un destino inigualable. No sólo por la gente, ya que es el cuarto municipio más poblado del país, sino que también destaca en cada paso un poco de la historia antigua y moderna.

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