Ericofon / Diseñador industrial Ralph Lysell
Hacer un teléfono de una sola pieza había sido durante mucho tiempo un sueño de los fabricantes de teléfonos del mundo. La primera empresa en tener éxito fue Siemens & Halske de Alemania en 1930, pero el proyecto no llegó más lejos que una serie de pruebas fallidas. Finalmente la empresa Ericsson lo hizo […]
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Hacer un teléfono de una sola pieza había sido durante mucho tiempo un sueño de los fabricantes de teléfonos del mundo. La primera empresa en tener éxito fue Siemens & Halske de Alemania en 1930, pero el proyecto no llegó más lejos que una serie de pruebas fallidas. Finalmente la empresa Ericsson lo hizo funcionar tras basarse en la información del experimento alemán.
En 1939 el diseñador industrial Ralph Lysell se unió a la empresa Ericsson para diseñar dicho teléfono. Se prepararon diversos modelos con manijas redondas, cuadradas, rectas y curvas. Se agregó un botón en el centro de la base para controlar la función de corte y el timbre se ubicó en una caja especial en la parte superior de la base.
La idea original era realizar el teléfono con baquelita, pero cuando la producción iba a comenzar, el ABS termoplástico apareció en el mercado. Este no sólo era considerablemente más resistente al impacto sino que también permitía producir el teléfono en cualquier color en lugar del negro básico de la baquelita.
La mayor parte de la producción se realizó en la ciudad de Karlskrona, donde se produjeron más de 2,5 millones de teléfonos entre 1956 y 1982. Sólo el 20% llegó al mercado sueco.
El Ericofon marcó un cambio de paradigma en el diseño de teléfonos. El diseño combinó la facilidad de manejo, colores exquisitos y un buen acabado superficial, marcando una amplia diferencia con los antiguos dispositivos pesados y negros de baquelita. Fue el primer teléfono en ser visto más como un producto de consumo que como una mera extensión de la telefonía como sistema.