Half a minute / Arquitecto Martín Gomez
El exacto punto de la costa uruguaya en que el campo se intersecta con la playa. La idea principal: elevarse, para tomar la vista del mar desde el campo y también para poder gozar del arroyo que muchas veces –porque la naturaleza no es matemática– pasa justo por debajo de […]
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El exacto punto de la costa uruguaya en que el campo se intersecta con la playa. La idea principal: elevarse, para tomar la vista del mar desde el campo y también para poder gozar del arroyo que muchas veces –porque la naturaleza no es matemática– pasa justo por debajo de la casa. Así transcurre Half a Minute, con un diseño y terminaciones casi de barco y de un blanco resplandeciente. Porque para muchos vivir de vacaciones es comprender el encanto de lo simple. Y dejar que el movimiento del sol –del naciente al poniente y así eternamente– haga el resto.
Pino
Eucaliptus
Chapa de Zinc
Aluminio
Vidrio Doble
La elevación por encima del nivel del terreno fue la gran decisión de diseño. Así, levantada sobre pilotes, la casa se desarrolla por completo en una planta. Está hecha en pino nacional y eucaliptus, ambas maderas en blanco rabioso llevando la pintura a un efecto casi de plástico, como un barco. El techo es de chapa de zinc a un agua y se abre a la vista del mar. Las ventanas son de vidrio doble y aluminio de piso a techo con cortinas de gasa blanca. El diseño deja a la vista una filosofía de vida simple y marina. El estudio Martín Gomez Arquitectos también se encargó del proyecto de paisajismo, que resolvió con plantas autóctonas. En el exterior se organizaron un comedor, una barra y un living en torno de un fogón, todos con muebles de lapacho.
Dos sillones y una mesa de centro hechos en lapacho y dispuestos paralelos a la nave sobre una alfombra de yute, arman el living. Las bibliotecas fueron parte del diseño arquitectónico: una guarda vajilla, la otra mantas de lana uruguaya siempre a mano para cuando sopla sudeste y hay asados con amigos. En la barra que integra cocina y estar, banquetas de estructura cromada con tapizado de cuero blanco. El deck techado mira al atardecer y está protegido del viento que viene del mar. El deck descubierto, en tanto, tiene vista al este y al océano.
La suite se abre tanto al este como al oeste, permitiendo ver sucederse los amaneceres y atardeceres. Todo en Half a Minute es funcional, simple y blanco. Las mesas de luz son de pino con una pátina que deja ver la veta. De la misma madera se hicieron los marcos de espejos y las mesas de apoyo. En el cuarto principal, gran banqueta de lapacho tapizada en bull. Y en todos, cubrecamas de Manos del Uruguay.