Isabel Bar / Diseñador Juan Santa Cruz
Materiales Paneles de terciopelo Fustes de ébano macasar Espejos / Acrílicos Piedra Blanca Mármol italiano y africano Barra de espejo y bronce Inspirado en los clásicos clubes nocturnos de las ciudades europeas, Isabel Bar se instala en el barrio de Palermo con tragos de autor y un diseño diferencial. El […]
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Materiales
Paneles de terciopelo
Fustes de ébano macasar
Espejos / Acrílicos
Piedra Blanca
Mármol italiano y africano
Barra de espejo y bronce
Inspirado en los clásicos clubes nocturnos de las ciudades europeas, Isabel Bar se instala en el barrio de Palermo con tragos de autor y un diseño diferencial.
El estilo de Isabel se expresa en todas sus formas. Desde sus columnas realizadas con madera de ébano macassar hasta sus pisos y techos de mármol italiano y africano. Con respecto a las paredes, algunas de ellas se encuentran revestidas con paneles de terciopelo azul, mientras que otras son de espejos, al igual que las puertas de los toilettes.
En el salón central, los sillones, de estilo art decó y realizados en raíz de piopo y tapizados en terciopelo, se combinan con las mesas de madera de caoba y ébano, decoradas con tachas cromadas. Se destaca así el rock & roll y el estilismo en todo el interior del bar, que además promete una buena acústica gracias a sus paredes dobles con interiores anti vibratorios y material técnico de alta absorción.
Sin embargo, el principal atractivo del bar se encuentra en su techo. Inspirado en el cielorraso del Whitney Museum of American Art de Nueva York, del famoso Marcel Breuer, en Isabel las luces van tornándose de distintos colores acompañando el compás de la música. Un resultado increíble, si se tienen en cuenta además las 196 bombillas que destellan reflejos dorados.
El bar se completa con una barra de tragos realizada en espejo y bronce. En sus siete metros de longitud, alberga cinco puestos de barman, que realizan los tragos tomando las bebidas de los estantes acrílicos posteriores de 15 centímetros de espesor.
El exterior de Isabel se compone por un patio, trabajado íntegramente en piedra blanca decorada con plantas naturales, que permiten ver el cielo porteño.
