Modulor / Espacio Hisbalit

Proponemos la ruptura del esquema tradicional de dormitorio. Es evidente que no todos vivimos los espacios de la misma manera. ¿Por qué adaptar nuestros hábitos al espacio proyectado y no al revés? Asignamos a cada uno de los pórticos modulares un uso determinado, los cuales, ordenados en función de las […]

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Proponemos la ruptura del esquema tradicional de dormitorio. Es evidente que no todos vivimos los espacios de la misma manera. ¿Por qué adaptar nuestros hábitos al espacio proyectado y no al revés? Asignamos a cada uno de los pórticos modulares un uso determinado, los cuales, ordenados en función de las necesidades de cada usuario, generan la secuencia de su día a día.

Modulor, es un dormitorio con pórticos modulares inspirado en el sistema de medidas desarrollado por Le Corbusier, el reconocido arquitecto Le Corbusier en los años 60, donde se recuperaba el antiguo ideal de establecer una relación directa entre las proporciones de los edificios y las del hombre. La teoría, inspirada en el ‘Hombre de Vitruvio’ de Da Vinci, sostiene que cada magnitud se relaciona con las demás según la proporción aurea.

Paredes de espejo, pavimento de madera y revestimiento de cada uno de los pórticos con mosaico vitreo, confieren al espacio un carácter luminioso, alegre y cambiante. Asociamos diferentes tonalidades a los usos del espacio: dormir, trabajo, ocio, vestidor y baño.

El resultado es un proyecto en el cual el color juega un papel importante ya que busca trasmitir emociones. Para ello han seguido las directrices de la cromoterapia utilizando la colección Stone de Hisbalit, cuyas tonalidades tierras y acabados puros reproducen el aspecto de las rocas y la piedra. Una paleta que, según la cromoterapia, ayuda a desconectar y descansar.

El marrón se ha utilizado para la zona de dormir porque genera sensaciones de confort y equilibrio. El baño se ha revestido de color gris perla, que irradia limpieza y aporta amplitud. Mientras que para las zonas de trabajo, ocio y vestidor se han utilizado distintas tonalidades de gris, colores ‘neutros’ que, dicen, relajan la vista y favorecen la concentración.

Tomamos como estrategia completar los pórticos de los extremos (dormir y baño), mientras que los interiores se abren a la fachada que ilumina al espacio (trabajo, ocio y vestidor). De esta forma liberamos un espacio interior, el cual, al tiempo que distribuye los accesos a los diferentes programas, configura un área polivalente que unifica la espacialidad del conjunto.