Preston, terminal de tablas / Arquitecta María José Péndola y Arquitecto Gastón Péndola
Ubicación Fructuoso Rivera 262, B° Güemes, Córdoba, Argentina. Año 2017 Superficie 185 m2 En el barrio donde el ayer y el ahora conviven con armonía, donde los comercios gastronómicos son el principal atractivo y donde cada vez existen más ofertas para el usuario moderno, se ideó un bar que combina […]
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Ubicación
Fructuoso Rivera 262, B° Güemes, Córdoba, Argentina.
Año
2017
Superficie
185 m2
En el barrio donde el ayer y el ahora conviven con armonía, donde los comercios gastronómicos son el principal atractivo y donde cada vez existen más ofertas para el usuario moderno, se ideó un bar que combina historia y temática, sin dejar de lado las necesidades de un comercio nuevo en un barrio trendy con una marcada tendencia gastronómica que crece día a día.
Creado por los arquitectos María José y Gastón Péndola, concepto y proyecto se destacan por su impronta que hace referencia a una terminal antigua, mezclada con algunos de los elementos de diseño propios de estos tiempos y cuya idea de diseño está basada en los viajes, los destinos y las experiencias. Todo esto acompañado por una propuesta gastronómica que refleja estas mismas características.
¨Preston es un viajero y a la vez un lugar, un aficionado por la cocina. En el bar se cuentan sus historias, se combinan los mejores sabores de los destinos visitados en tablas para compartir. La totalidad del diseño gira en torno a la temática; la cartelería, la carta, los nombres del menú, etc., se basan en esto. Todo se sirve en tablas, todo se comparte (desde los platos hasta los tragos y postres), esa es la esencia…¨
El concepto está basado la creación de una ¨terminal de tablas¨ del mundo, un viaje hacia una cantina de época con aspecto de estación antigüa, un lugar donde se buscó generar una atmósfera diferente.
Para su creación, se refuncionalizó toda la casona existente y se construyó un segundo nivel destinado a sector de mesas y living.
En planta baja se ubican todos los servicios, destacándose la cocina a la vista y la gran barra ubicada en un lateral, para la cual se ¨ahuecó¨ una fracción de losa que permitió la formación de una doble altura sobre la misma, confiriéndole mayor importancia.
En planta alta se trabajaron los cerramientos de forma que permitan la posibilidad de modificar el espacio de acuerdo a las necesidades, pudiendo pasar de un espacio totalmente cerrado a una terraza casi en su totalidad abierta. Esto se logra a través de sus aberturas, que fueron pensadas para ser escondidas y para obstruir la visión lo menos posible; pero sobretodo mediante la construcción de una cubierta corrediza.
La circulación es simple y los espacios se encuentran claramente delimitados.
Tanto el estilo como todos los elementos que forman parte del diseño, se caracterizan por conjugar expresiones estéticas industriales más bien europeas con algunas otras más locales que son la esencia del barrio del cual forma parte. Entonces, su arquitectura exhibe un doble lenguaje, mientras el exterior es minimalista y más austero (pero con recursos o materiales no tan modernos), el interior es más extrovertido y suntuoso.
En cuanto a la materialidad predomina la madera, los azulejos y el ladrillo blanco. Todo el bar está trabajado con una paleta monocromática que se limita a la utilización de los colores blanco, negro, y sus matices, y el color cobre utilizado en los detalles. También prepondera el color miel propio de la madera empleada.