Philippe Starck
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Una carrera enriquecida con 10,000 creaciones – completas o por venir – la fama global y la incansable inventiva proteica jamás deberían eclipsar lo esencial, Philippe Starck tiene una misión, una visión: que la creación, cualquiera sea la forma que tome, debe mejorar las vidas de tantas personas como sea posible. Starck cree vehementemente que esta poética y política, rebelde y benevolente, pragmática y subversiva tarea debería ser compartida por todo el mundo. Él lo resume con el humor que lo singulariza desde el principio: “Nadie tiene que ser un genio, pero todos tienen que participar.”
A los ojos de este ciudadano realizado a lo largo del mundo, compartir su visión ética y humanista de un planeta más equitativo es un deber, sino un imperativo moral, que tiene como resultado proyectos poco convencionales con fértiles sorpresas. Es sencillo adivinar su curso de acción: un objeto debe ser útil antes de ser hermoso.
Su conciencia profética sobre las implicancias ecológicas, su profundo conocimiento de las mutaciones contemporáneas, su entusiasmo para imaginar nuevos estilos de vida, su determinación para cambiar el mundo, su compromiso con el crecimiento sustentable, su amor por las ideas, su preocupación por la inteligencia en la utilización – y la utilización de la inteligencia – lo han llevado de creación emblemática en creación emblemática… Desde productos de uso diario como muebles y exprimidores de limón a mega-yates revolucionarios, intensamente vibrantes, estimulantes y fantasmagóricos hoteles, la milagrosa tecnología de turbinas de viento individuales y el auto eléctrico. Es un verdadero visionario que pone este arte de la innovación al servicio de una ecología de diseño y democrática, acción direccionada y respetuosa tanto de humanos como de la herencia natural, ya sea con el tacho de reciclaje Elise o Zartan, la primera silla de material reciclable roto-modulada. Las económicas y ajustables casas P.AT.H. – habitaciones prefabricadas de alta tecnología – certifican en la actualidad la durabilidad de un enfoque que inició en 1994, con la casa prefabricada a la venta en el catálogo 3 Suisses.
Anunciando el fenómeno de convergencia y desmaterialización, Philippe Starck apunta directo al corazón, resaltando la esencia, extrayendo lo estructuralmente mínimo de cada objeto para ofrecer creaciones y propósitos lo más cercanos al Hombre y la Naturaleza, adaptados al futuro.
Tan sólo observe el mega-yate, un símbolo de la elegancia minimalista, o los auriculares Zik para Parrot. Él sueña con soluciones tan vitales que fue el primer hombre francés en ser invitado a las conferencias TED (Technology, Entertainment & Design) junto con renombrados participantes como Bill Clinton y Richard Branson.
Inventor, creador, arquitecto, diseñador, director artístico, Philippe Starck es ciertamente todas las anteriores, pero más que nada es un hombre honesto descendiente directo de los artistas del Renacimiento.