Este, el debut como director de Gonzalo Hergueta, es una mirada excitante al mundo fotográfico de la creadora española de imágenes Isabel Muñoz, una figura que, desde principios de la década de 1980, ha cambiado su enfoque hacia personajes que desafían sus estructuras sociales y, en consecuencia, enfrentan injusticias extremas . Al analizar los últimos diez años de su carrera y las motivaciones que la mantienen trabajando a los 75 años de edad, Hergueta intenta hablar sobre las dicotomías entre la fotografía y la realidad que intenta retratar. «Al documentar a Isabel y su espacio», explica el cineasta de su sincero retrato de uno de los verdaderos rebeldes de la fotografía, «quería utilizar la misma estética compuesta y minimalista que se encuentra en sus fotografías, mientras que el trabajo de campo se realiza en y sin filtro, documentando el caos detrás de cada situación. Permite al espectador enfocarse en la humanidad cruda detrás de cada persona fotografiada, creando un estrecho vínculo entre los dos «.